Ya hemos dicho que no todos los destilados de las casi 211 variedades de agaves de los cuales 156 crecen en México producen tequila, aunque es justo mencionar que la raicilla, bacanora, pulque y mezcal tampoco se quedan atrás de este suculento destilado producido por el agave azul “Tequilana Weber” propio de Jalisco.
Es que para que este destilado se produzca requiere de mucha paciencia por parte de quien los cultiva pues requerirá entre 3 a 7 años para que pueda producirse el tequila, pero, mientras pasa el murciélago magueyero hará lo propio polinizando la zona.
Sin embargo, cuando todo eso ya sucedió y el tequila se aproxima a nuestra mesa nos queda preguntar: ¿Cómo elegir el mejor para mí o para el cóctel que quiero hacer?
¿Cuál es la diferencia entre el tequila y el 100% de agave?
Vamos empezando por lo primero, el tequila así como los otros destilados es una bebida de denominación de origen que sólo puede ser elaborado en los 125 municipios de Jalisco y algunos puntos de Durango y otros tres estados, lo que limita a aquellos destilados de agave que pueden llamarse como tal “tequila”.
Dicho lo anterior el que lleva la leyenda “100% de agave” refiere a que lleva solamente los azúcares del Tequilana Weber, no se ha añadido nada más en su elaboración; mientras que el que dice a secas “tequila” será generalmente elaborado al 51% con este agave azul y el otro 49% es de azúcares de otras índoles.
Así mismo, es importante destacar que para que este tequila cumpla con la NOM y los requisitos regulados de la bebida por el Consejo Regulador del Tequila, debe tener un 40 o mínimo un 38 de grados de alcohol.
¿Cuáles son los tipos de tequila?
Hay cinco tipos o variedades de este destilado, aunque en realidad los más consumidos son estos primeros tres: el “blanco” que no se reposa en barrica, el “reposado” que como su nombre lo indica se llevará a una barrica de roble o encino por dos a once meses; y el “añejo” que será reposado por uno o dos años.
Luego están también el “extra añejo” que dura de tres a cinco años en barrica y ocasionalmente es acompañado con alguna hierba de olor o especia y el “cristalino” que es un tipo de blanco que puede tener hasta tres destilados y lo deja totalmente incoloro, claro como el agua de manantial.
¿Y cuál es el mejor?
Aquí sí en gustos romperemos géneros, porque si bien dicen los que saben que el tequila se toma blanco o reposado, derecho o en bandera y que se debe catar a sorbos, a “besitos” como si fuera tu amor; otros prefieren los sabores del añejo y se valen de sus notas y color más robusto para hacer cocteles como palomas, charros negros, margaritas, etc.
No obstante, te recomendamos que si el tequila que estás degustando tiene notas y tintes a madera, especias o frutales lo consumas sólo en caballitos y que si, por el contrario, carece de estas tesituras pero tiene buen “cuerpo” lo uses para el coctel de tu preferencia…. Al final, el cómo y cuándo lo eliges tú.
Lo que no debe faltar es este producto de Jalisco para el mundo en tu mesa.
