El hombre que movió un edificio entero en Guadalajara en 1950

¡Asombroso! Guadalajara está lleno de historia y acontecimientos que han marcado al Estado en gran manera poniendo el nombre de Jalisco en alto y a la vista de muchas personas alrededor del mundo entero. Pues de aquí han salido grandes personalidades del mundo de la farándula y el cine, del deporte y hasta del mundo de la ingeniería. Por eso si no conoces esta historia ponle mucha atención.

Este hombre llamado Jorge Matute Remus fue un ingeniero civil originario de Jalisco que marcó la historia en 1950 con su gran labro de mover un edificio completo para ampliar la avenida Juárez en el Centro Histórico de Guadalajara sin derrumbarlo. El inmueble fue reubicado 12 metros de donde originalmente se había construido y fue movido con todo y trabajadores.

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Antes de tomar la decisión de ampliar la avenida Juárez, aquí existía una calle con el mismo nombre que terminaba en una cerrada hecha por la Penitenciaria del Estado, y del otro lado del edificio iniciaba la avenida Vallarta. Fue hasta el año de 1927 cuando el Gobierno del Estado decidió demoler la penitenciaria y unir las dos avenidas, posteriormente la alcaldía llegó a un acuerdo con los dueños de las fincas que impedían la regularización de las avenidas. Sin embargo el inmueble que iba a ser movido se amparó y su situación se resolvió dos décadas después.

De acuerdo con estudios preliminares el edifico que fue movido tiene un peso de mil 700 toneladas y para la ampliación de la avenida Juárez se requería moverlo 12 metros. Fue hasta 1950 cuando Jorge Matute Remus aceptó el reto de mover el inmueble sin que se interrumpieran las labores de trabajo que ahí se llevaban a cabo relacionados a la telefonía de la ciudad. Para lo anterior, era necesario que los trabajadores de ese lugar permanecieran adentro, pues los servicios telefónicos de la ciudad no podían ser interrumpidos. Como era natural y de esperarse, las operadoras, no confiaban en la maniobra, por lo que Matute Remus le pidió a su esposa que entrara al lugar junto a su hijo de siete años. Entonces así, los trabajadores permanecieron en su lugar.

De acuerdo con el testimonio de algunos testigos, Matute Remus era un hombre tranquilo, por lo que no percibió la grandeza de su hazaña ni tuvo miedo ni algún tipo de orgullo. Fue un hombre de ciencia y calculo, por lo que confiaba fríamente en el procedimiento como si hiciera cualquier trabajo profesional.

Las labores de desplazamiento iniciaron en mayo de 1950 y terminaron en noviembre del mismo año, sin embargo, el movimiento se logró en tan solo 4 días. El martes 24 de octubre, un equipo de más de cien personas inició el desplazamiento mismo que incluyó un giro para alinear el edificio con la avenida. Cabe señalar que, para que el edificio pudiera ocupar su nueva ubicación fue necesario demoler algunas casas vecinas. Luego se montaron las estructuras sobre 480 rodillos concéntricos y se liberó el edificio de la tierra. El desplazamiento se realizó con ayuda de 12 gatos hidráulicos que se movían al unísono de “uno, dos, tres” para empujar el edificio ocho décimas de milímetro cada vez. Matute Remus hizo uso de un megáfono para la coordinación de la operación, la cual terminaría de sumar los 12 metros, cuatro días después.

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