Cachorritos buscan familias tras ser abandonados en las calles
Muchos cachorros son rescatados por refugios sin una madre porque son envenenadas, ellos necesitan de una familia que les brinde amor para sobrevivir.
Todos estos cachorros llegaron al refugio Buenos Chicos en las últimas semanas, son 20 perritos que tienen ya entre uno y dos meses. De todas las camadas, solo dos estaban con su mamá, las otras fueron envenenadas. Aseguran que muchos de estos casos son perros que se fueron de casa, pero que después los echaron a la calle.
“Tenemos muchos bebés, cerca de 20 ahora. Sí, esperando encontrarles una familia. Ahorita como que es temporada de que los están dejando abandonados. Y bien curioso, porque envenenan a mamá y no dejan que saquen adelante los cachorritos. Estos bebés que hemos encontrado algunos ya solitos, sin mamá y a pocos metros la mamá muerta”, contó Luz Elena Aguirre, encargada del refugio.
Esta perrita trata a estos güeritos como si fueran de ella, pero no es así, la mamá fue envenenada y ella los adoptó en la calle, los cuida como si fueran suyos.
“Enyerbaron a la mamá de los cachorros. Estos cachorritos se le pegaban, hizo como que los criaba, pero los cuidó y los trajeron. Aquí están esperando una familia para que los adopten”, mencionó Elena Aguirre, encargada del refugio.
Estos cachorros y su mamá fueron localizados dentro de un hoyo, apenas tienen un mes. A los perritos los dejaron abandonados sin su mamá cuando estaban tan pequeños. Es mucho más difícil que logren sobrevivir, pero al menos estos están ya pronto en espera de una familia que los llene de amor.
Angelita fue abandonada en la puerta del refugio, ella es ciega y sorda por una mala cruza y está en cuidado especial. A este otro cachorro lo encontraron atropellado en la calle, con una pata casi destrozada. Esta, es otra perra blanco con negro es la única que sobrevivió de su camada.
“Tenemos a Loreta, ella fue rescatada de Tonalá con cinco hermanitos porque envenenaron a su mamá. Sus hermanitos en el transcurso de la desparasitada, los empezamos a levantar, algunos no resisten porque no tienen defensas, la desparasitada los empieza a disparar el virus y algunos no sobreviven”, dijo Luz Elena Aguirre, encargada del refugio.
