Conoce los deliciosos tacos de hígado en Zapopan

Nuestro tragón de confianza salió a las calles de la ciudad a descubrir y presumir de lo mejor que se cocina ; según sabemos se encontró con unos taquitos callejeros dignos de admiración.

Gustavo Cárdenas
Azteca Noticias Jalisco

Pues me agarraron haciendo fila porque vamos a conocer unos tacos. ¡Ay qué digo tacos!, ¡tacazos de higadito!, que preparan a media cuadra de la avenida Patria. Véngase, haga fila detrás de mí que los vamos a probar.

¡Ay, ay, ay! Tacos, luego existo. Paraíso Terrenal en las calles de nuestra ciudad. Anótele bien que seguramente se le va a antojar y querrá ir. Hace 42 añotes sobre la calle Monte Falco, una familia con ganas de salir adelante puso un puesto de tacos callejeros, que hoy son el epicentro gastronómico en esa zona de Zapopan.

La especialidad, los de higadito, ¡qué cosa!, ¡qué cosaaaa!, pero también hay de papitas con chorizo, de maciza y otros deliciosos guisos. Ricardo, presúmenos esos tacazos.

Mi papá fue trabajador allá en San Juan de Dios y allá empezó con sus puestos y se hizo de su negocio solo. Desde chicos estamos aquí pegándole: tenemos hígado, asada, carnaza, papa con chorizo. Aquí lo que más vendemos es el clásico de hígado, es la asadura, corazón, bofe y riñón. Nos va bien. El secreto es la mano de Dios, nos ayuda”, contó Ricardo Jiménez, taquero profesional.

No exagero, estos tacos callejeros están de ¡RE-CHU-PETE! Y es que no solo son los tacos, es la salsita, la cebolla enchilada, los rabanitos y los nopales con cebolla. Cada ingrediente suma un punto extra a los ya deliciosos tacos. ¡Y los tragones no mienten!

“De hígado y de carnaza, buenísimos, recomendados 100% por ciento. Ve nomás, buenísimos”, recomendó Leonardo, tragón profesional.

“Cuando apenas la señora venía y hacía los tacos y siempre han dado higiene y ahora sí muy limpio. Excelente, me gusta de papa e hígado, de hecho yo soy chef. Riquísimo todo”, dijo Ernesto Hidalgo, amante de los tacos.

Y yo no di la vuelta de balde. Qué me pido unos tacuaches. Vean nomás los tacazos que me sirvieron, les vamos a poner aunque sea tantita salsa, porque yo sacatito pal’conejo, pero hay que probarlos como van, un poquito de nopalitos y un limoncito porque sin limón no hay tacos.

Amor sincero solo el del taquero y estos están que no tienen madre. Vaya, pruebe y luego me cuenta.

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