Fieles visitan y agradecen milagros a La Virgen de Guadalupe
La fe, la gratitud y el amor a La Morenita llevó a cientos de personas al santuario de nuestra señora de Guadalupe, donde se vieron a varios vestidos de San Juan Diego.
Pedro Miguel se postró a los pies de la venerada imagen de la Virgen de Guadalupe, le agradeció un año más de vida. Cuando tenía siete años, cayó de las escaleras, estuvo cinco días en coma y más de un mes hospitalizado. No había esperanza de vida. ”Estuve cinco días en coma, sí me dijeron que era hasta de chicle”, mencionó Pedro Miguel, acudió a pagar manda.
Este 12 de diciembre con la fe y amor que le tiene a La Morenita, llegó vestido de San Juan Diego y le agradeció por los favores recibidos pero también fue a encomendar a su esposa y a su próxima hija.
“Venimos a agradecer a La Virgen porque yo ya sentía a mi hijo perdido. Fueron momentos de angustia, desesperación, mucha desesperación porque él cayó, perdió el conocimiento y se estaba desangrando de un oído; el golpe le reventó y le sale la sangre por un oído, yo le pedí a La Virgen que si me lo dejaba, lo iba a traer ahora vestido de Juan Diego”, contó Graciela Aguilar, acudió a pagar manda.
Dicen que la fe mueve montañas y así Luis Armando tuvo una segunda oportunidad de vida. Luis Armando pasó una situación similar, al estar acomodando una piñata cayó, quedó inconsciente y estuvo varios días en el hospital. “Me dijeron que había sido muy fuerte el golpe para lo poco que tenía, tengo mucho dolor en la espalda, tengo todavía inflamada esta parte qué es la parte donde cae, pero agradecerle a La Virgen, sino queda de otra, muchas gracias”, mencionó Luis Armando, agradece a la Virgen de Guadalupe.
Son historias de devoción donde los fieles, con ropa de manta, algunos descalzos, de rodillas y flores en mano se dirigieron al santuario católico para retribuir a la imagen milagros o simplemente agradecer. Don José con 87 años, llegó al santuario a muy temprana hora de este 12 de diciembre, de rodillas agradeció tener vida y buena salud.
“Esta es mi devoción, yo siempre voy a México, pero ahora no pude ir, pero creo que es lo mismo verdad”, dijo José de Jesús Alvarado, entró de rodillas al santuario.
Los danzantes no podían faltar, ofrecieron sus bailes por los favores que han recibido. “Más que nada, agradecerle por los favores recibidos”, añadió José Juan, danzante.
Luego de la celebración eucarística, las familias buscaron tener un recuerdo a través de la típica fotografía con la Virgen de Guadalupe. Otros tapatíos disfrutaron de los platillos tradicionales de la temporada: como el buñuelo con miel y su atolito blanco, ponche, champurrado, tamales y un sin fin de garnachas.
