María tiene 65 años, no puede caminar y necesita ayuda para una silla de ruedas

María no sólo debe lidiar con la diabetes e hipertensión que padece, sino, que debe recuperarse de un fuerte accidente que sufrió, el camino ha sido difícil.

Becky Reynoso
Azteca Noticias Jalisco

Ella es María, un accidente de camión le dañó el hombro y brazo derecho. Y una caída en su trabajo en el 2008 la dejó sin poder caminar.

Me caí como en un pozo, me sumí hacía abajo, cuando me caí yo sentí que un huesito de la columna me lastimó y ya en el 2008 empecé a que ya no me sostenían las rodillas y sentía así como que me doblaba”, contó María de la Concepción Muro, requiere de una silla de ruedas.

Además padece de diabetes y es hipertensa, cada mes acude a sus citas al seguro, pero ella vive en un tercer piso, requiere de ayuda.

“Hablo a los bomberos y me hacen el favor de apoyarme y me bajan, pero a veces me bajan, vienen unos y me bajan escalón por escalón”, dijo María de la Concepción Muro, requiere de una silla de ruedas.

De ahí toma un taxi, pero necesita una silla de ruedas para moverse. La que tiene está dañada, no le sirven los frenos y es inestable. Ella nos llamó para conocer su historia. Vive de su pensión dos mil 500 pesos al mes, más lo que le corresponde del programa. Tiene 65 años y el dinero no alcanza, ya que su hijo de 52 años depende de ella.

Arturo, su hijo también es diabético. Se cuidan entre ellos. Él se encarga de ir al mandado y cocinar, no siempre alcanza el dinero.

“Cuando hay: frijolitos, sopa de arroz, de fideo. Lo que haya; papitas, guisadas. Cuando hay, cuando no, nos aguantamos, tortillas con sal o con crema”, dijo Arturo, hijo de María, también padece diabetes.

Arturo trabajó 22 años en el aseo privado en tres turnos y no ha logrado obtener su pensión. Además de una silla de ruedas, se requiere de zapatos especiales para diabéticos y despensa.

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