En punto de las 12:45 de la tarde sonó la tercera campana que indicaba el inicio del cuarto programa de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), la cual bajo la batuta del director huésped, Roberto Beltrán Zavala, comenzaron con la pieza Lord have mercy on the 21st century de la compositora Cristina García Islas.
La pieza de Ponce que comienza con unos tambores y el sonido de los vientos que indican un motivo triunfante logran captar la atención del público tapatío. Una vez que es acompañado por las secciones de cuerdas el motivo sugiere un avance en lo triunfante de la pieza. Al sonido de las campanas, la pieza toma intención, destacando por la participación de las percusiones que envuelven al Teatro Degollado.
Ferial es una obra atinada de Manuel M. Ponce, el cual buscaba describir lo que era pasar la tarde en una feria de Teotihuacán. Cada uno de los movimientos interpretados por la OFJ logran transmitir el sentir de la misma feria durante cada una de sus etapas, sin duda alguna es como imaginarse una caricatura cómica durante el evento patronal.
El resonar de las campanas en manos de las percusiones y el acompañamiento de unas escalas de cuerdas con virtuosos dinamismos entre fortísimos, crescendos y disminuendos marcaron la intención de la pieza.
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¡La OFJ presenta la Sinfonía Núm. 10 de Shostakovich!
La última pieza para terminar el programa de esta semana fue una sinfonía llena de historia, la cual nos lleva hasta 1953 tras la muerte del dictador Stalin. Shostakovich, el compositor, decide narrar a través de su música como fue la pérdida y la libertad tras la muerte de un líder detestado.
En sus cuatro movimientos busca transmitir por lo que pasaba su país tras la muerte del dictador. En mi opinión, el movimiento que más destacó durante el concierto fue el segundo con un tempo Allegro que imitaba el corte militar de su momento, en el mismo destacan todas las secciones de la orquesta, sobre todo las cuerdas, quienes la mayoría del tiempo llevaban la melodía. Sin olvidar las percusiones que son esenciales en la pieza para darle cuerpo.
La conversación entre las maderas y cuerdas marcan al tercer movimiento, mientras que los cornos franceses le dan la intención militar que el compositor buscaba transmitir. Dicha sinfonía logra transmitir perfectamente la libertad tras 30 años de Stalin en el poder. El desenlace nos indica la paz con un movimiento que comienza lento con el oboe como protagonista y las cuerdas acompañando cada paso. La flauta también toma la batuta de la melodía, logrando transmitir melancolía para un final esperanzador.
