Muchas veces uno espera que los ataques de animales salvajes provengan de tigres, leones o cualquier otro mamífero carnívoro menos civilizado, no de un perro, que por mucho que sea de “pelea” se considera “doméstico”.
Sin embargo, la desgracia de esta mujer que quedó encerrada en el elevador de los departamentos donde vivía con un perro agresivo ajeno mientras era maltratada por el animal varios pisos… Demuestra lo contrario.
¿Cómo fue que una mujer fue atacada en el elevador por un perro?
Esta triste historia fue grabada por la cámara de un edificio residencial en Cúcuta, Colombia, donde una mujer de 25 años de edad sufrió el ataque de un perro de raza pitbull al ingresar al elevador que la llevaría a su destino.
Si bien al inicio todo parecía normal, la joven se agachó a atar los cordones de los tenis adentro del elevador con el perro al lado, éste de la nada se tira sobre de ella mordiéndola, ella intenta quitarse de encima al animal empujándolo y aventándolo, pero este la arrincona y la muerde en toda superficie de piel que encuentra.
Cuando el can de la nada se aleja de ella, esta aprovecha la oportunidad y temblorosa y ensangrentada toma su celular y hace una llamada, presumiblemente de rescate, pero la paz no dura mucho pues ni bien ha colgado el perro se lanza nuevamente sobre de ella y al abrirse el elevador es este animal quien la arrastra fuera.
Ni bien salieron el perro extrañamente la soltó y esa ventana de oportunidad fue la que un vecino y el guardia de seguridad tomaron para llevarla al hospital.
¿Qué pasó con la chica atacada por un perro y con el can en Colombia?
Según los medios locales la joven sufrió fractura en dos dedos de la mano derecha y uno en su mano izquierda, así como varias mordidas en todo su cuerpo, así mismo, gracias a una entrevista se supo que ella compartía vivienda con otras personas de las cuáles uno era dueño del can que teóricamente la conocía.
Los vecinos señalaron que el animal jamás se mostró agresivo, aunque no podrían saberlo a ciencia cierta porque en Colombia los perros “potencialmente peligrosos” deben ser paseados con bozal, por lo que el Centro de Zoonosis de Bogotá lo tiene en resguardo para analizar su conducta.
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