El 22 de abril de 1992 dejó una marca indeleble en los tapatíos

“Se estuvieron recibiendo muchos reportes donde por la zona de Gante olía mucho a gasolina”, señaló Darío Gama, uno de los bomberos que apoyó el 22 de abril.

“Y vemos que dos camiones se caen ahí en Aldama se hunden, y empezamos a auxiliar a la gente y vemos que del primer camión están muertos todos, incluso el chofer, decapitado”, relató Luis Humberto Huerta, policía de Guadalajara que participó el 22 de abril.

“No encuentro a mi mamá, no encuentro a mi hermano pero nos fuimos a la Cruz Verde, a la Cruz Roja, caminando yo sabía que mi hija ya estaba”, añadió Carlos Javier Ramos Ortega, sobreviviente del trágico suceso.

Son las voces que relatan la tragedia que se vivió el miércoles 22 de abril de 1992, una fecha que quedó marcada en la vida de los tapatíos.

Un día antes comenzaron los reportes por olor a gasolina en el sector Libertad, Carlos se fue a trabajar, dejó a su esposa y dos hijos en casa, con la voz entre cortada y lágrimas en los ojos, ve el muro de los recuerdos.

“Y pues como pude y lo saqué enterradito, le quité los moquitos, y yo sentí que me vio y le dije, Gibrán aguanta, y en eso se lo di a mi esposa, y cuando lo sacas con vida, pero cuando llega el momento en que te dicen se fue, se desprende algo de ti, y en ese momento saqué fuerzas para llegar con mi hermano. Al final, me di cuenta que los sacaron siete metros abajo a su esposa embarazada, a su hijo, a su cuñada a su suegra”, añadió Carlos entre lágrimas.

Innumerables vidas se perdieron aquella tarde, ahora es imposible no ver los nombres de las víctimas sin lanzar un suspiro.

El 22 de abril de 1992 a las 14:30 horas comenzaron los estallidos en Río la Barca y R. Michel, luego en Gante y Calzada del Ejército y al final cerca de la Calzada Independencia, aunque la cifra de muertos se hizo oficial en 212, habitantes aseguran que más de mil no fueron localizados.

Darío Gama estuvo ahí, primero socorrista de Cruz Roja y luego como bombero de Guadalajara, él acudió para atender el reporte de olor a combustible, fue ahí cuando quedó en medio de la devastación.

“En ese momento yo no sentí más que la explosión, yo volé como unos siete u ocho metros de altura, y al momento en que caí a los escombros sufrí la ruptura de mi pierna derecha, lo que hice fue voltear a ver a buscar a mi compañero Roberto Nava, él estaba a un costado de mí y con medio cuerpo enterrado, como pude yo lo empecé a desenterrar, y en eso llegaron gentes a ayudarnos” añadió el bombero Darío Gama.

Ahora está jubilado, en casa guarda algunos tesoros, el mayor es su familia, asegura que haber atendido la tragedia le cambió la vida.

Aunque la versión oficial jamás se dio a conocer, se presume que la explosión del 22 de abril, se debió a que se vertió combustible directamente al drenaje luego de una fuga en uno de los tanques, colonias como San Carlos, Atlas y Analco resultaron afectadas.

Te podría interesante: Buscan a Ana Victoria, madre soltera desaparecida en Ciudad de México