Registran a otra joven víctima de los dañinos retos de la famosa plataforma social, TikTok. Los hechos sucedieron en el Instituto Don Bosco en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, donde algunos estudiantes decidieron “grabar un TikTok” haciendo explotar una bomba casera en un bote de basura. Una adolescente que caminaba por el lugar, sufrió lesiones irreversibles.
El pasado 8 de julio, Azul, una joven de 15 años, caminaba por el patio de la escuela durante el recreo cuando al pasar a lado de un bote de basura se produjo una enorme y ruidosa explosión. Sin aviso alguno, la adolescente se desvaneció ante todos los estudiantes presentes. El causante de la explosión fue un dispositivo casero.
Al ver la escena, el colegio decidió llamar a su padres y fue llevada al hospital, internada tres días en el lugar. Lamentablemente, la audición de la joven no volverá a ser la misma, pues la adolescente perdió el 96,5% de su escucha y necesitará hacerse dos implantes cocleares, sin embargo, estos tienen un precio aproximado de entre los 40 y 60 mil dólares.
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¿Cómo será la vida de Azul a partir de su sordera?
Los médicos que atendieron a la adolescente mencionaron que su vida cambiará radicalmente, pues ya no podrá practicar deportes como el rugby ni el karate, además de los cambios que tendrá en la escuela por su falta de audición. “No hay casos de daño acústico, así nos dicen los médicos en tantos años de profesión. Agregaron que solo se ha visto durante las guerras o los que son provocados de manera progresiva como la de los obreros que trabajan con protectores auditivos, pero no de esta forma”, agregó el padre.
Para que Azul pudiera seguir en la escuela debe tomar medicamento para el vértigo todos los días, su salón de clase lo pasaron a planta baja y debe estar en un asiento cerca de los profesores para alcanzar a escuchar parte de la clase.
Tras los hechos el padre decidió denunciar a las autoridades del Instituto Don Bosco, a quienes acusa de haber minimizado el hecho y no haber resguardado la zona. Además, mencionó que el instituto no permitió la intervención de las autoridades policiacas para analizar el material con el que se realizó el explosivo.
“El colegio dice que no tiene a los causantes identificados, hay mucho secretismo, sospechan que las familias ya saben si sus hijos estuvieron involucrados y están protegiendo a sus hijos de denuncia penal”, agrega el padre de Azul. Hasta el momento, el propósito del padre es hacer este caso público para evitar que los niños participen en estos retos tan peligrosos que ven en la plataforma de TikTok.
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