El Museo del Louvre enfrenta nuevamente cuestionamientos sobre su infraestructura y seguridad, luego de que una fuga de agua registrada el mes pasado dañara entre 300 y 400 libros y documentos pertenecientes al departamento de antigüedades egipcias. El incidente ocurre a pocas semanas del espectacular robo de joyas valuado en 102 millones de dólares, exponiendo un periodo crítico para el museo más visitado del mundo.
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El portal especializado La Tribune de l’Art fue el primero en informar sobre el daño, señalando que los libros afectados forman parte del acervo consultado por egiptólogos y que la fuga se originó por deficiencias en las tuberías y el sistema de ventilación, problemas que el museo conocía desde hacía años. El departamento había solicitado financiamiento para prevenir este tipo de riesgos, pero sin éxito.
El vice gerente del Louvre, Francis Steinbock, confirmó en entrevista con BFM TV que la avería afectó una de las tres salas de la biblioteca del área de egiptología, ubicada en el ala Mollien. Aunque el recuento aún está en curso, estimó que entre 300 y 400 documentos resultaron mojados, principalmente revistas, textos científicos y materiales del siglo XIX y principios del XX.
Pese a la magnitud del incidente, Steinbock aseguró que no se trata de pérdidas irreparables, pues los materiales pueden ser restaurados y “ningún objeto patrimonial se vio afectado”. Destacó que los trabajos de reparación del sistema de ventilación están programados para septiembre de 2026.
El museo detectó la avería el 26 de noviembre, pero esperó hasta este domingo para comunicar la situación, lo que generó críticas internas. El sindicato CFDT-Culture emitió un comunicado señalando que el caso “confirma una situación que se ha ido deteriorando durante demasiado tiempo” y anunció una asamblea para analizar los incidentes recientes.
Este nuevo percance se suma a la cadena de problemas que enfrenta el Louvre. En octubre, cuatro ladrones escaparon a plena luz del día con joyas de alto valor, dejando al descubierto vulnerabilidades en la seguridad del recinto. Semanas más tarde, deficiencias estructurales provocaron el cierre parcial de una galería que alberga jarrones griegos y oficinas.
Con este panorama, el museo atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente, marcado por fallos estructurales, falta de mantenimiento y cuestionamientos sobre su capacidad para proteger su vasto patrimonio.
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