El martes 24 de mayo, Texas se tiñó de rojo tras un tiroteo en una primaria ubicada en Uvalde, Texas, donde 21 personas perdieron la vida, entre ellas dos maestras y 19 alumnos de entre siete y 10 años de edad. Salvador Ramos, autor de esta masacre, fue descrito como un estudiante solitario y fracasado, quien sufrió bullying por su forma de vestir y usar delineador en los ojos.
Según declaraciones de medios locales, sus compañeros mencionaron que tenía complicaciones de habla, recibía insultos homosexuales, era considerado como emo y se burlaban de él por su forma de vestir y actuar. Asimismo, un conocido de Ramos mencionó que solían jugar Xbox juntos y que el joven era fánatico de juegos violentos, sobre todo de combates en Call of Duty.
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Vecinos de Ramos mencionan que tenía una mala relación con su madre
Rubén Flores de 41 años edad, vecino de Salvador Ramos, mencionó que el joven de 18 años tenía una “vida bastante dura” con su madre y que él mismo intentó ser una figura paterna para el adolescente. Asimismo, mencionó que la policía había acudido varias veces a la casa de su madre por discusiones, pues menciona que era un joven problemático. Meses después se mudó a la casa de su abuela.
Sin embargo, la madre de Ramos, Adriana Reyes, habló para los medios locales y negó que tuvieran una relación explosiva. “Era reservado y no tenía muchos amigos. Mi hijo no era una persona violenta, estoy sorprendida por lo que hizo”, mencionó para The Daily Mail. Cabe destacar que su madre había estado luchando contra las drogas y corrió a su hijo a los 18 años de edad.
Bullying durante su vida
Un compañero cercano a Salvador Ramos mencionó que jugaba con él en la primaria, pero después comenzó a cambiar, pues un día lo vio con cortadas en la cara y Ramos le confesó que lo hacía por diversión. Asimismo, el joven de 18 años era tartamudo, lo que provocó que le hicieran bullying y lo acosaran constantemente, sin embargo, un compañero menciona que era un niño agradable, pero tímido.
Tras no aguantar más el bullying, Ramos dejó la secundaria de Uvalde, y comenzó a vestirse de negro y a portar el pelo largo. Asimismo, publicaba imágenes de rifles automáticos en sus redes sociales y días antes de la masacre, compartió la foto de dos rifles que adquirió por su cumpleaños 18.
Fue apenas el pasado 16 de mayo cuando el joven se mudó con sus abuelos, quienes destacan que ya no tenía amigos porque se fueron alejando tras sus conductas violentas. Por su parte, Rolando Reyes, abuelo de Ramos, aseguró que no sabía que su nieto había comprado rifles, ni que los tenía en su casa.
Según el abuelo, la mañana del martes 24 de mayo todo parecía normal, no le pasó por la mente lo que podría ocurrir después. Aclaró que Ramos no sabía conducir ni tenía carnet por lo que se cuestiona el cómo obtuvo las armas en primer lugar. Ese día, Ramos disparó en la frente a su abuela antes de conducir hacia la primaria de Uvalde, donde después terminó con la vida de 21 personas, entre ellos, 19 menores de edad.
Fue el día lunes 23 de mayo cuando Ramos observó a todos sus compañeros graduarse, sin poder ser parte de ellos.
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