Gelatina con forma, color y sabor: ¿por qué este postre marcó nuestra infancia?

Las gelatinas no solo son dulces, son recuerdos. Su textura divertida, fácil de masticar, colores vibrantes y sabores frutales las hacen irresistibles para los niños. Las asociamos con cumpleaños, reuniones escolares y momentos felices. Además, su preparación sencilla y creativa permite jugar con moldes, frutas o leches, creando experiencias multisensoriales. Desde pequeños, las gelatinas no solo nos alimentaban, sino que nos hacían sonreír. Son más que un postre: son parte de la infancia, de esos días donde todo era juego, risa… y un platito de gelatina.

Con información de: Daniel Oñate

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