En un mundo donde la santidad parecía reservada para los claustros o las misiones lejanas, San Josemaría Escrivá de Balaguer irrumpió con una idea revolucionaria: la vida diaria también puede ser un altar. Nacido en Barbastro, España, en 1902, y fallecido el 26 de junio de 1975, dedicó su vida a recordarnos que el trabajo, la familia y los quehaceres comunes son terreno fértil para amar a Dios. Fundó el Opus Dei en 1928, convencido de que todos los cristianos —no sólo unos cuantos— están llamados a la santidad, desde donde están, con lo que hacen.
Te podría interesar: Santoral hoy: ¿Quién fue San Juan Bautista y por qué se celebra el 24 de Junio?
¿Quién fue realmente Josemaría Escrivá?
No fue un místico apartado del mundo, sino un hombre profundamente humano, con un carácter enérgico y una sonrisa constante. Estudió Derecho, fue ordenado sacerdote en 1925 y, a lo largo de su vida, escribió textos como Camino, donde plasmó frases breves y certeras que aún hoy inspiran a millones. Su mensaje es claro: la santidad está al alcance de todos, sin necesidad de abandonar la vida civil ni realizar grandes hazañas.
¿Por qué se celebra el 26 de junio?
Ese día falleció en Roma, en 1975, de forma inesperada y en olor de santidad. Fue canonizado por San Juan Pablo II en 2002. Desde entonces, cada 26 de junio, sus seguidores celebran misas en todo el mundo. Su tumba, en la sede central del Opus Dei, es visitada por miles. No se le recuerda con tristeza, sino con gratitud.
¿Qué podemos aprender hoy de su legado?
Que la santidad no es cosa de héroes lejanos, sino de gente como tú y como yo. Josemaría enseñó que lavar platos, hacer cuentas o cuidar a los hijos pueden ser oraciones si se hacen con amor. En tiempos de prisa y dispersión, su voz sigue siendo un llamado claro: santifica tu día, santifica tu mundo.
Te podría interesar: Santoral hoy: ¿Quién fue San Francisco Do Minh Chieu y por qué se celebra el 25 de Junio?
Alejandra Carvajal presenta lo que debes saber sobre el Santo Rosario