Antes de ser un pasatiempo viral, el origami fue una forma de meditación. Su historia se remonta a la invención del papel en China hacia el siglo II, pero fue en Japón donde los pliegues se convirtieron en lenguaje espiritual. Cada doblez tiene propósito, cada figura cuenta algo.
¿Por que origami es tan popular en oriente?
El origami se asocia al zen, la paciencia y la armonía. En bodas japonesas se regalaban mariposas de papel, símbolo de amor duradero, mientras que las grullas se transformaron en emblema de paz.
La historia de Sadako Sasaki, niña víctima de Hiroshima que plegó mil grullas para curarse, convirtió este arte en un acto de esperanza mundial. Hoy se enseña en escuelas como herramienta para reducir ansiedad y mejorar la concentración.
Barato, portátil y eterno, el origami es más que manualidad: es filosofía doblada en papel.












