Jornaleros foráneos llegan a Jalisco en busca de oportunidades

Alrededor de cuatro mil mujeres y hombres dedican su vida a la siembra de jitomate y tomate verde en el estado de Jalisco.

Gustavo Cárdenas
Azteca Noticias Jalisco

Trabajan de sol a sol, siembran, cosechan, cultivan el campo: es la vida del jornalero. Al sur oeste del estado de Jalisco, en el municipio de San Gabriel, cerca de cuatro mil mujeres y hombres dedican su vida a la siembra de jitomate y tomate verde.

La mayoría de estos jornaleros son jaliscienses, nacieron en poblados y municipios cercanos. Pero hay otros que abandonaron sus lugares de origen, dejaron familias y seres queridos para buscar trabajo en el campo.

Es la historia de Ezequiel Martinez, tiene 32 años y nació en el lejano Acayucan, estado de Veracruz. Allá también era jornalero, pero escuchó que en Jalisco tendría mejores oportunidades.

“Pues la verdad me comentaron que acá había trabajo, un compañero con el que vine pues”, menciona Ezequiel Martínez, jornalero.

Para venir a Jalisco, Ezequiel dejó a su esposa y dos hijos, consiguió trabajo para deshojar el tomate, trabaja de las seis de la mañana a las cuatro de la tarde, todos los días.

Su salario semanal son mil 400 pesos, paga sus gastos personales y manda entre 600 y 700 pesos a su familia.

“Pues aquí hago el deshoje, quitándole las hojas al tomate. Pues va por rendimiento, si trabajas más pues te pagan más y si haces menos pues haces menos. Pues yo estoy cobrando 1,400 1,500 a la semana, pues compro para comer, ropa y así”, menciona Ezequiel Martínez, jornalero.

Ezequiel, un jornalero veracruzano en tierras jaliscienses, extraña a sus seres queridos. Pero los 600 pesos que puede mandarles a la semana, son su manera de ser un buen padre y esposo.

“Pues deje a mi esposa, mis hijos tengo dos. No no, pues no ahorita no he hablado con ellos porque no he conseguido teléfono. Pero a veces me lo presta mi hermano para que yo hable. Sí sí, que me extrañan y desean verme pero como estoy pos fuera pues necesito completar el contrato para poder regresar”, menciona Ezequiel Martínez, jornalero.

Como Ezequiel, cientos de jornaleros dejaron a sus seres queridos y lugares de origen para buscar mejor suerte y futuro en el campo jalisciense.

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