Las calandrias, una tradición de la ciudad de Guadalajara

Elisa Montaño, calandriera de Guadalajara, nos explica cómo son sus jornadas de trabajo y asegura que ama su oficio y explicar las tradiciones de su ciudad.

Becky Reynoso
Azteca Noticias Jalisco

“Hoy vamos a conocer un poco de la vida de Elisa Montaño que trabaja en una calandria, una mujer que de verdad ama su trabajo, ama lo que hace, luchadora como muchas mujeres que además conoce la ciudad de Guadalajara a la perfección y en esta ocasión conoceremos un poco de ella.

Elisa es una de las dos mujeres vigentes como calandrieras en Guadalajara.

“Es una pasión que tengo, me gusta mucho mi trabajo, es algo que me gusta para que la gente conozca, dar las explicaciones de lo bello que es Guadalajara, Jalisco”, explicó Elisa Montaño.

“Del lado derecho dos iglesias juntas pero muy independientes, cada una es el templo del sagrario el más pequeñito de 1810 y la otra es la Catedral Metropolitana, la madre de todas que data del año 1561, en el cual ponen la primera piedra”, indica Montaño con pasión. Las tres puertas de la catedral tienen un significado que es padre, hijo y espíritu santo”, continúa explicando Elisa.

“Hay gente que sí nos deja propina, nos dejan 100 de a 20 , pero sí nos va bien en todas las propinas”, explica.

Elisa cuenta con una de las anécdotas en sus dos años de estar manejando la calandria.

“De aquí atrás, veníamos en la calandria un compañero, un chavo,una pareja de novios y el chavo le pidió matrimonio a la muchacha”, cuenta Elisa con emoción.

Nunca me imaginé trabajar yo aquí en las calandrias, nunca me imaginé esto, fue algo de sorpresa que me cayó y aquí sigo porque me apasiona mi trabajo”, asegura Elisa.

“En un día bueno normalmente nos aventamos dos o tres vueltas por día, en un día malo nos aventamos una vuelta a veces no nos llevamos nada”, cuenta Elisa.

Trabajo de lunes, el martes es mi día de descanso y ya los demás días los trabajo, comienzo a las 8 de la mañana y termino un ocho de la noche, todo el día”, añade.

“De tráfico sí se batalla con el tráfico pero tiene que ser uno consciente de que van saliendo de trabajar, van a comprar, y tenemos que ser conscientes del tráfico”, dice Elisa.

Ella es ama de casa, tiene cuatro hijos y todas las mañanas se pone sus pantalones de mezclilla, su blusa, sus botas y su sombrero y sale con un solo objetivo: dar el mejor de sus esfuerzos.

Al terminar el recorrido, nos encontramos con Alejandra de 18 años de edad, la segunda calandriera, ella le dice a su mamá que quiere seguir sus pasos.

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