Golpear mal te puede fracturar: Así debes cerrar el puño para evitar lesiones
Golpear con el puño cerrado parece algo instintivo, pero una mala técnica puede llevarte directo al hospital. Aquí te explicamos cómo acomodar correctamente el pulgar para no romperte la mano en el intento.
Cerrar el puño puede parecer lo más natural del mundo, pero en deportes de contacto y en situaciones de defensa personal hacerlo mal puede costarte caro.
Golpear sin una técnica adecuada puede causar desde heridas leves hasta fracturas graves, especialmente si el pulgar está mal colocado.
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Uno de los errores más frecuentes al formar el puño es esconder el pulgar dentro de los dedos. Aunque parezca más compacto o protegido, esta posición aumenta drásticamente el riesgo de fractura en el momento del impacto.
“El pulgar debe estar por fuera, apoyado sobre el índice y el dedo medio. Meterlo dentro es una receta para una lesión segura”, explican entrenadores de boxeo y artes marciales.
¿Cómo se debe cerrar el puño correctamente?
La técnica correcta es simple, pero debe practicarse:
- Dobla los cuatro dedos hacia la palma.
- Luego, cruza el pulgar por fuera, apoyándolo con firmeza —sin tensión excesiva— sobre el índice y el medio.
- El puño debe sentirse compacto, pero no rígido.
Esta posición ayuda a que los nudillos (en especial los del índice y medio) absorban el impacto, evitando que la fuerza recaiga en partes frágiles como el pulgar o la muñeca.
Además del pulgar, la alineación de la muñeca con el antebrazo es clave. Si la muñeca está torcida al momento del impacto, el riesgo de lesión en los huesos del metacarpo (los que dan forma al dorso de la mano) aumenta considerablemente.
Por eso, tanto boxeadores profesionales como entrenadores insisten: golpear correctamente no es solo fuerza, es técnica.
En deportes como el boxeo, kickboxing o artes marciales mixtas, un mal golpe puede dejar a un atleta fuera por semanas. Pero incluso fuera del ring, saber cómo cerrar el puño puede marcar la diferencia entre salir ileso o terminar con una fractura innecesaria.
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