Antes de que existieran memes de Messi en traje o de Koundé como si fuera modelo de editorial, la NBA ya era la OG de la moda deportiva. En los 80, Magic Johnson tenía ese glam dorado; en los 90s, Dennis Rodman fue la definición de extra con tintes, piercings y outfits imposibles. Pero la verdadera revolución llegó con Allen Iverson, quien literalmente llevó el hip hop a las duela -cadenas, gorras y Timberlands-, como si hubiera salido directo de un videoclip.
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¿Por qué la NBA se volvió la primera pasarela deportiva?
Porque justo cuando más brillaba lo urbano, llegó el plot twist. En 2004, tras la pelea Detroit vs Indiana, el comisionado David Stern dijo: “se acabó la fiesta” y -prejuiciosamente- prohibió todo “look callejero”. Un intento de “blanquear” la liga… pero terminó siendo la gasolina con que incendiaron los estadios como pasarelas. Los jugadores empezaron a usar trajes y outfits pensados para romper todas las lentes de cámaras y llegar hasta las portadas de revistas de moda.
Russell Westbrook se volvió el chico viral del túnel walk y LeBron James lo elevó a sello oficial de la NBA.
¿Cómo llegó la alta moda al fútbol?
¡Aquí entra la era millennial y Gen Z! Los futbolistas crecieron viendo esa estética y entendieron que el vestidor también podía ser front row. Las marcas de lujo vieron $$$, las redes sociales pidieron contenido, y boom...el fútbol entró a la pasarela. Hoy, cada vez que ves a Messi o Koundé caminar rumbo a un partido, lo que en realidad estás viendo es la victoria de la moda sobre la censura.
¡El deporte ya no solo se juega, se modela!
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