¡Sí, banda tapatía! Nuestro Guillermo del Toro lo volvió a hacer. Esta vez no con un fauno ni con un pez enamorado, sino con uno de los monstruos más icónicos de la historia: Frankenstein, presentado en el Festival de Cine de Venecia y ovacionado durante ¡13 minutos seguidos!
¿Qué tiene de especial este Frankenstein?
El cineasta de Guadalajara cumplió un sueño que llevaba décadas acariciando. Inspirado en la clásica interpretación de Boris Karloff (1931), Del Toro decidió darle otra vuelta: mostrar a la criatura no como un monstruo torpe, sino como un recién nacido que busca amor en un mundo hostil.
Con un elenco de lujo -Oscar Isaac como Víctor Frankenstein y Jacob Elordi irreconocible como la criatura- la película plantea algo brutal: ¿quién es el verdadero monstruo, el creador o su creación?
Además, fiel a su estilo, el jalisciense mandó al carajo la dependencia del CGI: vestuarios, sets y escenarios son reales, porque según él, “la CGI es para perdedores” (lo dijo Christoph Waltz entre risas).
¿Por qué es un orgullo jalisciense la ovación a Guillermo del Toro?
Lo que emociona no solo es la ovación, sino que un director de Guadalajara, que creció entre monstruos y cómics en su infancia, hoy esté dictando cátedra en Hollywood y en Europa. Recordemos que hace unos años ya nos regaló un Óscar por “La forma del agua”, pero este Frankenstein podría ser su obra más personal.
“Para mí, esto no es solo cine, es religión”, confesó Del Toro. ¡Y se nota! La cinta dura 149 minutos, dividida en tres partes, y mezcla drama gótico con pura emoción humana.
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