Las canciones no solo se escuchan, también se "ven". A lo largo de las décadas, los artistas más influyentes han utilizado los colores como metáforas para describir estados de ánimo, amores intensos o tristezas profundas. Esta conexión es tan fuerte que, muchas veces, basta mencionar un color para que una melodía empiece a sonar en nuestra cabeza.
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¿Qué canciones con nombre de colores existen?
Si hiciéramos un inventario de nuestra biblioteca musical, encontraríamos un espectro completo de sonidos:
- El toque pop: 'Rosa Pastel' de Belanova y 'Azul' (tanto la versión de Cristian Castro como la de Zoé) son pilares del pop en español.
- Iconos globales: Desde el melancólico 'Yellow' de Coldplay hasta el himno de los estadios 'Red' de Taylor Swift y el clásico 'Purple Rain' de Prince.
- Rock y Alternativo: El grunge de 'Black' de Pearl Jam y la energía de 'La muralla verde' de los Enanitos Verdes.
- Sabor latino: La alegría de 'Verde más allá' de Jenny and the Mexicats y el ritmo de 'Tacones rojos' de Sebastián Yatra.
¿Por qué nos obsesionan las canciones con nombres de colores?
La obsesión por estas canciones se debe a que el cerebro vincula instintivamente sonidos con emociones y estímulos visuales. Los colores funcionan como códigos psicológicos (el rojo para la pasión o el azul para la melancolía) que ayudan al oyente a identificar rápidamente la atmósfera del tema. Además, fenómenos como la cromestesia —ver colores al oír música— y nuestra tendencia natural a crear imágenes mentales hacen que estas canciones sean más memorables y generen una conexión sensorial más profunda.
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