En la colonia Jalisco segunda sección, del lado de Tonalá, los habitantes viven entre calles destruidas, banquetas intransitables y una fuga de aguas negras que no ha sido atendida por las autoridades municipales. La calle San José de Gracia, conocida ya por los vecinos como la intransitable, se ha convertido en un riesgo para niños, peatones y conductores debido a los enormes hoyos que se extienden a lo largo de 300 metros entre Tizapán y Juanacatlán.
Los habitantes señalan directamente al director de Obras Públicas, Mario Santiago Velázquez, y al presidente municipal Sergio Chávez por no atender el problema.
Con información de: Gustavo Cárdenas
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