Con una misa de cuerpo presente en el templo de Santa Anita, en Tlaquepaque, familiares, amigos y vecinos despidieron a “Lalito”, el menor asesinado tras ser atacado con golpes y arma blanca al concluir una serenata dedicada a los jugadores de las Chivas.
La despedida estuvo marcada por la tristeza y los reclamos de justicia ante la violencia que arrebató la vida del joven, conocido por su alegría y amor por el fútbol. Durante la ceremonia, el féretro blanco fue cubierto con camisetas del equipo rojiblanco, en un último homenaje a su pasión.
Con información de: Florencia Moreno
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