En medio de un ambiente de dolor y respeto, familiares, amigos y compañeros despidieron a las oficiales viales Libna y Gisela, asesinadas en El Salto. La tarde de ayer se celebró una misa de cuerpo presente en la parroquia del Señor del Encino, donde los féretros fueron escoltados por una guardia de honor integrada por sus compañeros de corporación.
Posteriormente, los cuerpos fueron trasladados a la Academia de la Secretaría de Seguridad del Estado, donde se realizaron los honores fúnebres en presencia de familiares, autoridades y miembros de la corporación.
Entre la tristeza, los familiares calificaron el hecho como una injusticia contra mujeres trabajadoras y responsables, quienes dedicaron su vida al servicio público. Finalmente, las oficiales fueron sepultadas en un camposanto, donde se les dio el último adiós.
Con información de: Janely Rivera
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