Los juguetes de madera, como trompos, valeros, yoyos y carritos artesanales, continúan presentes en tianguis y mercados navideños cada año, simbolizando tradición y nostalgia. Aunque los comerciantes reconocen una disminución en las ventas en comparación con años anteriores, aún existe un público que valora la calidad, durabilidad y el significado cultural de estos juguetes. Padres y abuelos los adquieren no solo como regalos, sino también como una forma de transmitir a las nuevas generaciones las tradiciones con las que ellos crecieron.
Con información de: Antonio Sánchez
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