Laura Lorena Barrera, originaria de Jalisco, fue una de las víctimas de la explosión de una pipa de gas ocurrida el 10 de septiembre en el puente La Concordia, en Iztapalapa, Ciudad de México. Permaneció en el anonimato durante varios días, siendo identificada inicialmente como una mujer desconocida de entre 15 y 25 años con un tatuaje de laurel en el brazo derecho y un corazón en la espalda. Su cuerpo presentaba el 80% de quemaduras. A pesar de los esfuerzos por identificarla, falleció el 23 de septiembre sin que se conociera su verdadera identidad. No fue hasta el 29 de septiembre que la Fiscalía General de la Ciudad de México confirmó, mediante huellas dactilares, que la víctima era Laura Lorena Barrera de la Torre. Tenía 32 años, era madre de dos niñas y originaria de Capilla de Milpillas en Tepatitlán de Morelos, Jalisco.
Con información de: Janely Rivera
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