Habitantes de Tonalá han alzado la voz contra el alcalde Sergio Chávez, a quien acusan de haber incumplido promesas realizadas durante su gestión anterior y su campaña de reelección.

Los reclamos apuntan especialmente al deterioro visible de espacios públicos y a la falta de atención en zonas marginadas del municipio.

Una de las principales inconformidades es la presa El Ocotillo, presumida por el alcalde como el único lago urbano limpio del área metropolitana. Sin embargo, actualmente luce abandonada: con basura acumulada, áreas verdes secas, vandalismo y sin presencia de seguridad.

A esto se suma el caso de la colonia La Piedrera, donde Chávez prometió impulsar obras de transformación y mejorar los servicios básicos.

Vecinos aseguran que las calles siguen sin banquetas ni luminarias, los robos son frecuentes y las inundaciones afectan viviendas y negocios en temporada de lluvias.

Con información de Gustavo Cárdenas.

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