Martín, de 49 años, e Iker, de 11, transitaban en bicicleta por la avenida Santa Margarita, a pesar de la existencia de una ciclovía, cuando fueron arrollados por una camioneta. Ambos se dirigían a una clase de karate, testigos relataron cómo el tío fue impactado por una camioneta negra y el sobrino arrastrado por las ruedas del vehículo.
La familia López, a la que pertenecían las víctimas, también es vecina de la colonia, en los lugares donde quedaron los cuerpos se colocaron veladoras en su memoria. La Fiscalía de Jalisco detuvo al chofer de la camioneta, de 18 años. Los cuerpos de Martín e Iker aún no han sido entregados por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses a sus familiares.

Con información de: Cecilia Cerna

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