El gobernador de la prefectura japonesa de Niigata, Hideyo Hanazumi, otorgó este martes el consentimiento local para reactivar los reactores 6 y 7 de la planta nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, operada por Tokyo Electric Power Company (TEPCO). Con esta decisión, se supera el último requisito para el reinicio de la central, que permanecía fuera de operación desde 2012.
Podría interesarte: ¿Cuáles son las deudas que se borrarán del Buró de Crédito al empezar el 2026?
El aval fue comunicado durante una reunión con el ministro de Economía, Comercio e Industria, Ryosei Akazawa, en la que el gobernador expresó el respaldo de la prefectura bajo el compromiso del gobierno central de garantizar condiciones de seguridad, planes de respuesta ante emergencias y la información a la población local.
TEPCO informó que los preparativos para el reinicio del reactor 6 se encuentran avanzados y prevé solicitar una inspección final de seguridad ante la Autoridad de Regulación Nuclear a finales de esta semana, con la posibilidad de reanudar operaciones en enero. En el caso del reactor 7, los trabajos continuarán durante los próximos años.
La decisión se produjo un día después de que la asamblea prefectural de Niigata aprobara un presupuesto que contempla los recursos necesarios para el reinicio de los reactores, en respaldo al consentimiento del gobierno local. Posteriormente, Hanazumi sostuvo un encuentro con la primera ministra Sanae Takaichi, a quien solicitó una visita a la planta para supervisar las medidas de seguridad.
Tras el accidente nuclear de Fukushima Dai-ichi en 2011, Japón implementó cierres generalizados de reactores y planteó una reducción progresiva del uso de energía nuclear. Sin embargo, ante el aumento en los precios de los combustibles, la presión por reducir emisiones de carbono y la demanda energética, el gobierno modificó su estrategia y comenzó a impulsar el reinicio de reactores, la extensión de su vida útil y el análisis de nuevas construcciones.
Actualmente, de los 57 reactores comerciales del país, 13 están en operación, 20 permanecen fuera de servicio y 24 se encuentran en proceso de desmantelamiento. La planta de Kashiwazaki-Kariwa, integrada por siete reactores, es considerada la más grande del mundo.
Los reactores 6 y 7 habían superado las pruebas de seguridad en 2017, aunque sus preparativos se suspendieron en 2021 tras detectarse fallas operativas. La prohibición fue levantada por la autoridad reguladora en 2023. No obstante, el proceso volvió a generar incertidumbre tras el sismo del 1 de enero de 2024 en la región de Noto, lo que reactivó preocupaciones locales sobre evacuaciones y protocolos ante emergencias.
También puedes leer: Visa estadounidense: respuestas oficiales a las dudas más frecuentes
Especialistas han señalado que, además de la seguridad operativa, el reinicio acelerado de plantas nucleares plantea retos relacionados con la gestión de combustible usado y desechos radiactivos, áreas en las que Japón aún no cuenta con un esquema definitivo.