El precio de la plata registró un aumento significativo durante la última semana de diciembre de 2025, al alcanzar un máximo histórico de 83.62 dólares por onza el día 28. Este incremento se suma a una tendencia alcista sostenida a lo largo del año.
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Durante 2025, la plata mostró una evolución positiva constante. En septiembre alcanzó su nivel más alto en una década, con un precio de 44.86 dólares por onza. En contraste, el precio promedio del metal en 2024 fue de 28.27 dólares por onza.
La aceleración del alza se intensificó en los últimos días de diciembre. El 23 de diciembre, la plata superó por primera vez los 70 dólares por onza; el 26 de diciembre rebasó los 75 dólares y, dos días después, superó el umbral de los 80 dólares. De acuerdo con reportes de Reuters, el metal acumuló una ganancia de 181 % en lo que va del año.
Michael DiRienzo, presidente y director ejecutivo del Silver Institute, explicó que el aumento del precio responde a fundamentos sólidos del mercado, el cual enfrenta su quinto año consecutivo de déficit estructural entre oferta y demanda. Señaló que factores geopolíticos y económicos han impulsado el interés por activos físicos, así como la clasificación de la plata como mineral crítico por parte de Estados Unidos, lo que derivó en una revisión bajo la Sección 232 para evaluar posibles aranceles al metal o a productos relacionados.
A este escenario se suma el anuncio de China sobre la restricción de exportaciones de plata durante un año, a partir del 1 de enero de 2026, medida que obligará a las empresas a solicitar licencias para exportar. Aunque China es importador neto de plata, también participa de manera relevante en la refinación y exportación de lingotes, lo que podría influir en el mercado a corto plazo.
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El aumento de su precio ha generado ajustes en el mercado de módulos fotovoltaicos para reducir su consumo del metal. Investigaciones publicadas en septiembre señalan que, hacia el final de la década, la industria solar podría concentrar hasta el 40 % de la demanda mundial de plata.
