La vida está repleta de cambios constantes y lo mejor que podemos hacer es aceptarlos y adaptarnos a ellos, como un gran ejemplo de transformación tenemos a Ale Sánchez cuya vida cambió radicalmente en enero del 2021 pues estuvo hospitalizada debido a una complicación derivada del covid-19 lo cual la llevó a estar intubada e inconsciente durante 15 días.
Tras la pandemia surgen los testimonios de vida
Al respecto, Ale comenta: “se comunicaron con mi hermano y le dijeron que acaban de encontrar un coágulo de sangre en mi pierna derecha y que iban a hacer un procedimiento para quitarlo y evitar pues más complicaciones, entonces pues procedemos a quitarlo pero desafortunadamente pues se extendió muy rápido y me provocó una trombosis arterial, todas mis arterias empezaron a morir poco a poco en mi pierna, no lo iban a poder recuperar”.
La preocupación se apoderó de su familia sobre todo en el momento que se vieron obligados a tomar una difícil decisión que cambiaría por completo el rumbo de la vida de Ale pero al mismo tiempo les daría esperanza.
Ale cuenta sobre la decisión que tuvo que tomar su familia: “el angiólogo le dijo a mi mamá que había una opción que era amputar mi pierna para poder salvar mi vida, porque tenían miedo de que si no lo hacía se siguen extendiendo el coágulo a mis pulmones a mi corazón a mi cerebro y pues ahí si ya no se podría hacer nada más, entonces mi mamá le dijo si él le aseguraba que amputándome la pierna yo iba a estar bien y el doctor le dijo que no que era una posibilidad o que yo mejorará o que la situación no pintará bien. Gracias a esa decisión pues hoy estoy aquí con vida y contando mi historia”.
Alejandra sigue adelante después de la covid19
Poco a poco Ale comenzó a sentirse mejor, más segura, de esta manera se comenzó a reconstruir, fueron cerrando sus heridas y así se dio cuenta que después de la tormenta… siempre hay vida.
Ale hace hincapié en cómo el apoyo para ella ha sido crucial: “ha sido difícil pero no estoy sola, tengo mi familia, perdí a mi abuelito pero tengo un ángel que me cuida y que me da las fuerzas para salir adelante y tengo mis amigos y montón de gente que yo no sé dónde salieron que me han cuidado mucho y me ha dado muchas oportunidades. Hoy a más o menos a 6 meses de qué desperté, me puedo mover, puedo hacer cosas yo sola o sea aunque no tenga una pierna no significa que no esté completa o sea yo creo que parte de lo que he aprendido de todo lo que me pasó es amarme tal y como soy, me gusta cómo me veo, no me siento incompleta, al contrario creo que ahora estoy más completa que antes y me siento orgullosa de mí, no se me di cuenta de que mi cuerpo es magia que mi alma y mis ganas de vivir son impresionante”.
Ale continúa poniendo en marcha sus proyectos personales hace poco regresó de manera presencial a su trabajo y se dedica a vender sudaderas para solventar sus gastos médicos, mientras construye su segunda oportunidad de vida y motiva a otros a salir adelante.