Dan último adiós al Padre Juan tras presuntamente ser asesinado por su hermano

Familiares y amigos del padre Juan Angulo Fonseca se reunieron para darle el último adiós y recordar el legado que dejó en sus casi 30 años como sacerdote.

Fernando Roldán
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Era el sonido de las campanas de la parroquia San José de Gracia las que invitaban a familiares, amigos, compañeros y conocidos del padre Juan Angulo Fonseca para acompañarlo en la última misa en su honor tras ser asesinado el pasado 10 de febrero a manos de su presunto hermano, quien le realizó dos detonaciones con una escopeta en el municipio de Atotonilco el Alto. Con casi 30 años de sacerdote, dejó un gran legado en la comunidad católica.

“Estaba la parroquia a reventar, habían más de 100 sacerdotes; el obispo y mucha participación. Se le va a recordar con mucho afecto y cariño, el amor y la fidelidad a la palabra de Dios. Recordarlo como el hombre que vivió y dio lo que tenía que dar. Es un momento trágico que se vive, pero lo más importante es la fe, esperanza y el amor”, dijo Roberto Jiménez, padre de la parroquia San José de Gracia.

Tras finalizar la ceremonia religiosa, su cuerpo fue trasladado al Cementerio Municipal de San José de Gracia, perteneciente al municipio de Tepatitlán.

Fue precisamente en esta cripta donde fueron sepultados los restos del padre Juan Angulo Fonseca, entre familiares amigos le dieron el último adiós. Lágrimas y un profundo dolor se apreciaba entre los presentes, quienes sólo contaban con palabras de agradecimiento para el sacerdote.

Un hombre muy bueno para servir a la iglesia. La amistad que tenía con el pueblo, su servicio de motivar a los jóvenes, era muy motivador. Ojalá se haga justicia, solo Dios sabe por qué se lo llevó así”, mencionó Abraham Martínez, amigo del sacerdote.

Un gran hombre y aquí estamos dándole el último adiós. Que Dios lo recoja en su santa gloria, es lo que todos estamos pidiendo y resignación para su familia, porque es un duro golpe, no solo para nosotros de Valle de Guadalupe y todos los de este pueblo”, agregó Manuel Nava, amigo.

Juan era el mayor de ocho hermanos. El día de su asesinato acompañaba a su hermana a un terreno que les heredó su madre, ubicado en el Rancho Unión de Guadalupe en el poblado de San Francisco de Asís.

“Él no peleaba para él, como mi mamá dejó un testamento y él quería que se cumplieran esas cosas, inclusive cuando falleció mi mamá, él dijo que no quería nada, él se lo quería dejar al que le provocó esto, pero en una ocasión que él fue por unas cosas empezó agredirlo, entonces le dijo que por esa actitud ya no le dejaba lo suyo. Él llevaba a mi hermana a que conociera el terreno, como Albacea quería ver el terreno. Él vivía enfrente, a unos 50 metros y pues el checaba de que no llegara gente, los vio y los apañó”, contó Luis, hermano.

El hermano y presunto agresor del padre Juan, hasta el momento no ha sido localizado, sin embargo, las autoridades continúan en su búsqueda.

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