¡Chavorruco al ataque! Carlos Anaya va al boliche y lo retan con los ojos vendados…
Una apuesta divertida que convierte esta salida en toda una experiencia para recordar.
En esta entrega de “Chavorruqueando”, Carlos Anaya visita un centro de boliche, recuerda buenos tiempos, y termina lanzando una inesperada apuesta al encargado del lugar, quien acepta jugar con los ojos vendados.
Otras Notas