Guía para morirse... ¡Del gusto! Con pan de muerto

El carácter sincrético de México le da un crisol variopinto de tradiciones y costumbres que los sacerdotes católicos transformarían de paganas a un acto conmemorativo y de fe a través de la gastronomía.

Jessica Martin
Turismo
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pan de muerto fresco

En México y Mesoamérica en general la lucha por el ser la cultura predominante iba más allá de estrategias políticas o diálogo, en su momento el derramamiento de sangre era el único método efectivo de conquista. Sólo el más fuerte sobrevivía.

El pan de muertos una historia de victoria


Un ejemplo de ello, es justo la tradición de la elaboración de panes de muerto, que rememora el momento cuando un pueblo lograba la conquista o rendición de otro y para dejar una demostración tácita del hecho en una ceremonia el sumo sacerdote extirpaba el corazón de una virgen o del líder derrotado para luego en rito proceder a entregarlo como ofrenda.

En efecto, lo entendió correctamente, ellos se comían el corazón o al menos bebían parte de su sangre. El pan de muerto que hoy conocemos es un predecesor del original que se hacía en la zona de Mesoamérica con una mezcla de amaranto molido y sangre.

De la sangre al azúcar.

Particularmente en México, con la llegada de los españoles, éstos encontraron tan barbárico el acto ritual que procedieron a omitir los componentes originales de corazón, cráneo y sangre por pan de trigo y azúcar teñida de rosa o rojo.

La versión más popular de este pan es la siguiente: es un círculo con que simboliza el cráneo del difunto con tiras entrelazadas por debajo que representan los huesos que nos conforman, poseyendo una base de anís, esencia de azahar o naranja, recubierto con azúcar blanca o tintada rosa.

Si bien, esta receta es para rememorar a los que ya se fueron y sus ingredientes con el catolicismo tomaron nociones como remembranza y representación a los fieles difuntos, los que seguimos aquí gozamos de degustarlo, solos, acompañados, seco o “sopeado” en chocolate caliente…

Top de los mejores panes de muerto en la ciudad

Y para ello, te contamos los mejores lugares para comer pan de muerto en Guadalajara:

5. Feria del cartón de Guadalajara: En el parque Morelos se encuentran los puestos ambulantes de pan casero en su versión más cercana al sabor del hogar.
4. Birotería de Santa Tere: Este icónico barrio de tradición en Guadalajara se distingue por su maravilloso sabor y tradicional elaboración por una de las panaderías más viejas de la ZMG.
3. La Casa de Paulina, (la panadería de casita rosa): Si bien la pastelería y restaurante de productos gourmet francesa no es precisamente la más “mexicana” del listado, se destaca por su pan calientito en la hora que vayas a probarlo.
2. Los pionerios del pan del muerto, (la panadería con “G” y color anaranjado): La delicatessen de productos gourmet favorita de los tapatíos por los últimos 25 años se posiciona como una excelente opción, que literalmente se derrite en la boca.
1. La panadería de franquicia con “L": Si quieres un sabor a naranja y azahar fiel a la receta original, ésta es tu opción por antonomasia, rico, calientito y de diversos tamaños en su matriz en Av. Vallarta.

¿Y tú?, ¿tienes un favorito que quieras compartir?, ¿O quizás te animaste a cocinar tu propia versión al tamaño de tu antojo?

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