Aunque parecen inofensivos y muchas veces son hechos entre las parejas por el amor o el calor del momento, los chupetones podrían tener consecuencias mortales para las personas a quienes se los hacen.
Después de recibir algún chupetón, rápidamente aparecen esas molestas marcas que las personas tratan de ocultar usando prendas que dejen menos piel al descubierto o untando algunas pomadas o remedios caseros.
Las consecuencias para un chupetón podrían ir más lejos de una simple marca que buscas ocultar a la vista, pues expertos han revelado que incluso podría llegar a la muerte en casos severos.
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¿Existen casos comprobados de personas que murieron por chupetones?
Según información revelada por Somos Cosmos, en 2016, un joven de 17 años falleció en México a causa de una embolia originada por un chupetón que le hizo su novia, de 24 años. El chico habría llegado a cenar en su casa con su familia, después de haber estado con su pareja y unos minutos después se convulsionó.
Los servicios médicos encontraron un chupetón en el cuello, el cual generó un coágulo, que al trasladarse al cerebro del joven provocó una embolia cerebral.
En 2010, en Nueva Zelanda, una mujer de 44 años fue intervenida por los mismos motivos. Tras un chupetón la mujer perdió el movimiento de su brazo izquierdo (parálisis) y sufrió un accidente cerebrovascular. Afortunadamente pudo ser tratado y controlado a tiempo.
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¿Por qué es peligroso un chupetón para la salud?
En el caso del joven mexicano que murió, el peligro estuvo en la fuerza con la que se hizo la succión y la zona en la que fue, pues esto le causó un hematoma en el interior de la arteria, lo que a la postre le generó un coágulo que se trasladó al cerebro.
La sugilación, comúnmente chupete o chupetón es un tipo de lesión superficial llamado equimosis que es causado por una fuerte succión con la boca en diferentes zonas, aunque es más frecuente en el cuello. Esto causa lesiones visibles que duran varios días y parecen no desaparecer.
En todo caso, los médicos recomiendan que no se recurra a los chupetones y menos con exceso de fuerza, pues además de causar una lesión visible, la situación podría agravarse. Estos dos casos son los únicos que se han conocido, pero sirven como precedente para evitar estas acciones.
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