Las normas de seguridad en una gasolinera son claras: apagar el motor, evitar el uso del celular y, por supuesto, mantener cualquier fuente de fuego lejos del combustible. Pero un simple descuido puede cambiarlo todo.
En Brasil, un grupo de personas disfrutaba de una comida en un restaurante al aire libre junto a una estación de servicio. Sin medir el riesgo, una mujer decidió encender un cigarro y, según muestran las cámaras de seguridad, ese instante bastó para desatar el caos.
¿Cómo comenzó el incendio en la estación de servicio?
El video, difundido en redes sociales, muestra el momento exacto en el que el fuego se propaga. Todo habría comenzado cuando la mujer arrojó al suelo el cerillo con el que encendió su cigarro.
Antes de que la flama se apagara, una estela de fuego se extendió rápidamente por el suelo hasta llegar a la zona cercana de carga de gasolina. En cuestión de segundos, las llamas rodearon el área, provocando que los presentes corrieran para ponerse a salvo.
De alto riesgo.
— DK 1250 (@dk1250) November 6, 2025
Sucedió en Brasil, un joven encendió un cigarrillo en un restaurante ubicado en una gasolinera, justo al lado de un camión cisterna que repostaba. Al lanzar la cerilla al suelo, provocó un gran incendio.#RadioramadeOccidente pic.twitter.com/hHj1KBceNO
¿Hubo heridos tras la explosión?
Por fortuna, nadie resultó lesionado. El rápido actuar de dos empleados de la gasolinera fue clave: con extinguidores en mano, lograron sofocar el fuego antes de que alcanzara un camión cisterna que se encontraba abasteciendo combustible en ese momento.
El peligro fue inminente, ya que el incendio estuvo a pocos metros de provocar una explosión mayor.
¿Por qué se generó la explosión?
Aunque el cigarro no fue el detonante directo, los expertos explican que los vapores del combustible pueden propagarse fácilmente por el aire. Una chispa mínima, como la de un cerillo encendido, es suficiente para iniciar una reacción en cadena capaz de encender todo a su paso.
Una lección sobre seguridad y prevención
El incidente, que rápidamente se viralizó, dejó una enseñanza clara: en una gasolinera, cualquier descuido puede ser fatal. La combinación de fuego, gasolina y vapores inflamables es un riesgo que no admite margen de error.
Gracias a la reacción inmediata del personal, el fuego no pasó de un susto..
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