Es medianoche en una calle solitaria de Ecuador, el silencio roto solo por el eco de pisadas apresuradas. De repente, un niño de unos diez años irrumpe en escena, corriendo despavorido, perseguido por dos perros feroces que ladran sin piedad. La cámara de seguridad lo captura todo, sin editar, sin filtros.

El pequeño se mete en un terreno baldío sin salida, acorralado, jadeando. Los perros lo siguen de cerca... y entonces, en un parpadeo, ¡desaparece! Ni rastro, ni sombra, como si se hubiera evaporado en el aire frío de la noche.

El video, grabado el 11 de octubre, explotó en redes como un relámpago viral. ¿Truco de edición? ¿Falla técnica? ¿O realmente un espíritu inquieto vagando en la oscuridad?

Te puede interesar: ÚLTIMA HORA | Amazon sufre caída a nivel global; estas son las aplicaciones y servicios afectados