Caminar por las calles del centro de Ciudad Guzmán, Jalisco, es caminar sobre historia. Pero hay un lugar donde esa historia respira con fuerza, entre muros de cantera y silencios sagrados: el Templo de San José, considerado el más antiguo de la ciudad. Este edificio, que se remonta al siglo XIX, no sólo es un espacio de oración, sino un testigo silencioso del crecimiento de una comunidad, de los cambios sociales, de los temblores de tierra y alma que han moldeado la región.
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¿Cómo nació el templo más antiguo de Ciudad Guzmán?
La construcción del Templo de San José comenzó a mediados del siglo XIX, cuando aún se conocía la ciudad como Zapotlán el Grande. En una época en que la religión católica estructuraba la vida cotidiana, este templo surgió como respuesta a la creciente población del barrio de San José. Su arquitectura sencilla pero sólida refleja la estética neoclásica popular de la época, con paredes gruesas, techos altos y una cúpula modesta pero elegante. Lo interesante es que, a diferencia de otras parroquias más ornamentadas, aquí predomina la sobriedad, lo que ha permitido conservar su esencia original a través del tiempo.
¿Qué historias guarda entre sus muros?
Durante más de 150 años, este templo ha sido escenario de bodas, funerales, bautizos, procesiones y hasta refugio durante sismos. Aunque no es el templo más grande, sí es uno de los más queridos. Vecinos cuentan que sus abuelos recuerdan cómo las campanas del templo marcaban el ritmo de la vida diaria, anunciando desde el alba hasta el ocaso. Incluso se dice que durante la Guerra Cristera, los fieles se resguardaban en sus muros, orando en secreto.
¿Por qué sigue siendo importante hoy?
Más allá de su antigüedad, el Templo de San José representa la memoria viva de una ciudad que ha sabido resistir. Hoy, sus puertas siguen abiertas, no sólo para quienes buscan consuelo espiritual, sino también para los que desean conectarse con la raíz profunda de Zapotlán. Es común ver visitantes deteniéndose a observar sus vitrales, tocar sus muros y hasta tomar fotografías, sin saber que están frente a uno de los pilares históricos de Ciudad Guzmán.
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