¿Has oído hablar de los espíritus que rondan las fábricas de tequila? Dicen los viejos que, cuando cae la noche sobre los campos de agave, almas antiguas de jimadores vagan entre los surcos. Una leyenda cuenta que en la antigua fábrica La Rojeña, un trabajador desapareció entre los alambiques sin dejar rastro. Desde entonces, algunos aseguran ver una silueta envuelta en vapor, cuidando los toneles como si aún cumpliera con su jornada. No le temen, pero sí lo respetan. Le dejan un trago de tequila en señal de paz.
Te podría interesar: Entre agaves y azúcar: los dulces secretos de Tequila, Jalisco
¿Qué se esconde detrás de la Cueva del Diablo?
En una cueva al pie del cerro Tequila, se habla de un lugar donde el diablo mismo hizo pacto con los hombres. La leyenda dice que un ambicioso productor le ofreció su alma a cambio del mejor tequila del mundo. Desde entonces, su hacienda prosperó... pero jamás volvió a reír. Cada año, en el aniversario de su trato, los lugareños oyen risas huecas y caballos galopando donde no hay sendero alguno. Nadie se atreve a pasar por ahí de noche.
¿Por qué el volcán de Tequila guarda un corazón de fuego?
Mucho antes del agave, se contaba que un guerrero cayó enamorado de una diosa del fuego. Para proteger su amor, ofreció su vida al volcán. Desde entonces, cada vez que truena o humea, el pueblo recuerda que el espíritu del guerrero aún vive ahí, custodiando el corazón ardiente del valle.
Tequila no solo es bebida, es también un cofre lleno de historias que nunca terminan de contarse.
Te podría interesar: Tequila en el paladar: los sabores que hacen historia en Jalisco
Tequila se endulza: el Festival de la Ciruela y el Mango que no sabías que necesitabas vivir