San Antonio de Padua: el santo de los milagros y del amor

San Antonio de Padua, nacido en Lisboa en 1195 como Fernando de Bulhões, fue un fraile franciscano portugués conocido por su sabiduría y su don para predicar.

Fue discípulo de San Francisco de Asís y dedicó su vida a difundir la fe cristiana, ayudar a los pobres y defender a los oprimidos.

Fue canonizado menos de un año después de su muerte, ocurrida en 1231, y es venerado en todo el mundo.

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San Antonio es considerado un santo milagroso por los fieles católicos debido a los prodigios atribuidos a su intercesión, desde encontrar objetos perdidos hasta curaciones sorprendentes.

La relación de San Antonio de Padua con el amor surge de su fama de “santo casamentero”. Según la tradición popular, él ayudaba a jóvenes pobres a reunir la dote necesaria para casarse.

Con el tiempo, esta historia evolucionó y ahora es común que los solteros le pidan su intercesión para encontrar pareja o fortalecer relaciones.

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