La leyenda de los tilicuates: ¿criaturas reptilianas o una advertencia disfrazada?

Algunos los llaman serpientes, otros los temen como entes que suplantan a bebés dormidos. ¿Qué hay detrás del mito de los tilicuates?

Arte y cultura
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En varias regiones de Jalisco y del occidente mexicano circula una leyenda tan antigua como inquietante: la de los tilicuates, criaturas alargadas, oscuras y escurridizas que, aunque parecen serpientes, son algo más.

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La leyenda de los tilicuates: ¿qué dice esta historia del occidente de México?

Según la tradición oral, los tilicuates aparecen por las noches, especialmente cuando una mujer ha dado a luz y descansa con su bebé recién nacido. Se dice que estas criaturas aprovechan el sueño profundo de la madre para meterse a la cama, suplantar al niño y alimentarse de su leche materna sin que ella lo note. Mientras tanto, el verdadero bebé podría estar escondido o en peligro, a merced de una presencia sin nombre.

¿Dónde se cuenta la leyenda de “Los tilicuates” y qué representa?

La historia se cuenta desde hace generaciones en comunidades como Ameca, San Martín Hidalgo, Cocula o Zapotlán el Grande, donde abuelas y curanderas la relatan con el mismo tono con el que se comparten secretos: entre susurros, con respeto y con cierto miedo.

Más allá del espanto, la leyenda puede verse como un reflejo de las preocupaciones en torno al cuidado infantil, el agotamiento materno o incluso una forma de invitar al reposo necesario durante el posparto. Algunos relatos afirman que el tilicuate deja rastros: un olor extraño, escamas en la cama o marcas inexplicables en el pecho de la madre.

¿Qué lugar ocupan los tilicuates en el imaginario de Jalisco?

Los tilicuates no aparecen en libros oficiales de zoología ni en estudios científicos, pero viven en la mente de muchos. Como muchas leyendas jaliscienses, su función no es comprobarse, sino transmitirse. Son parte de esa herencia intangible que se conserva en pláticas familiares, en cuentos al caer la tarde o en advertencias disfrazadas de mitos.

Son, en resumen, un ejemplo de cómo el miedo, la sabiduría popular y la necesidad de proteger a los más vulnerables -los recién nacidos-, se convierten en relatos que cruzan generaciones. ¿Conocías esta historia? ¿La has escuchado en tu familia? Quizá no sea sólo un cuento… quizá solo falta escuchar con atención en la noche.

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