El proyector se apagó para siempre y con él se cerró un capítulo de la historia cinematográfica en México. Tras tres décadas de estrenos, primeras citas y tardes en familia, el cine ubicado en Malecón, León; Guanajuato bajó discretamente la cortina.
Desde su apertura en 1995 bajo la marca MM Cinemas, este cine se convirtió en un punto de encuentro para generaciones de cinéfilos. Con los años adoptó la imagen de una reconocida cadena nacional, pero conservó su esencia: un lugar donde cada sala guardaba historias que hoy solo viven en la memoria.
¿Una cadena al borde del cambio?
El cierre se suma a otros espacios que también han dejado de operar en distintos puntos del país, intensificando la sensación de que los grandes complejos podrían enfrentar un futuro incierto. Las cifras pospandemia y la competencia feroz entre plazas han golpeado la asistencia, dejando salas históricas como testigos silenciosos de lo que alguna vez fue.
¿Qué está pasando con los cines en México?
No es la primera vez que un cine emblemático cierra sus puertas. Otros complejos han desaparecido en el país, llevándose consigo funciones especiales, festivales de cine y proyecciones independientes.
Mientras las cadenas concentran su presencia en plazas modernas, los espacios históricos empiezan a convertirse en reliquias del pasado. Y aunque no todos desaparecen, la sensación de “fin de una era” ya se siente en el aire.
El eco de las salas vacías parece preguntar: ¿Es este el principio del final para los cines tal como los conocimos?
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