De baldío olvidado a basurero clandestino: el grito de auxilio desde Santa Fe
Lo que alguna vez fue solo un terreno sin uso hoy se ha convertido en foco de infección. Vecinos hartos exigen una solución urgente al basurero clandestino frente a sus hogares.
El corazón de Santa Fe late entre calles tranquilas y vecinos trabajadores, pero algo lo interrumpe. Un baldío ubicado sobre la calle Boulevard, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, ha dejado de ser solo un pedazo de tierra olvidada. Ahora es un basurero, un punto de encuentro para desechos, malos olores y preocupación vecinal. No es solo la basura, es lo que representa: abandono, indiferencia y un riesgo latente para la salud.
¿Cómo se convirtió este baldío en un problema vecinal?
Los vecinos narran cómo el terreno, al principio “sin chiste”, fue poco a poco llenándose de desperdicios. Primero fueron bolsas sueltas, luego muebles viejos, y ahora llegan camionetas completas a tirar basura, sin importar si es de día o de noche. “Aquí no es basurero”, claman con indignación quienes ven su calle degradarse. Lo más frustrante es que hay cámaras justo enfrente, y aun así, la impunidad reina.
¿Qué riesgos enfrentan quienes viven alrededor?
Los habitantes ya no solo hablan de molestia visual. Infecciones, plagas, mal olor y contaminación son parte del paisaje. Vivir frente a este baldío es ahora una amenaza constante. “Basura, basura y más basura”, repiten, como si fuera una letanía amarga. Las banquetas están invadidas, y la convivencia se rompe cuando el ambiente se vuelve insalubre.
¿Quién puede dar una solución real?
El llamado es claro y directo: al director de Servicios Públicos, Juan Carlos Bustamante Barragán. Los vecinos no piden milagros, piden acción. Que se limpie la zona, que se coloque vigilancia, que se escuche su voz. Y, sobre todo, que se entienda que un terreno no debe ser sinónimo de abandono.
Con información de Antonio Sánchez.
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