Más de 200 perros quedaron en situación de abandono luego del fallecimiento del propietario de un refugio donde habían sido rescatados y se encontraban en proceso de adopción. Tras su muerte, el lugar quedó sin administración, dejando a los animales sin alimento suficiente y en condiciones insalubres.
Ante esta situación, rescatistas independientes y colectivos se han organizado para atender la emergencia. Entre ellos se encuentra Román Esquivel, quien junto a otros voluntarios ha comenzado labores de limpieza, alimentación y reubicación de los animales.
El objetivo principal es reducir el número de perros en el refugio y garantizar su bienestar, por lo que se está solicitando el apoyo de otros albergues, principalmente del Área Metropolitana de Guadalajara.
Con información de: Gerardo Sedano
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