Comer es un placer, y la verdad, es que la mayoría de las dietas, excepto la mediterránea y asiática, suelen acompañarse de pan ya sea de trigo o maíz en sus entradas o platos fuertes, o incluso, como base de sus postres, ya sea pan dulce, pasteles, galletas, pays y un largo y delicioso etcétera son con base en harina… Pero, este suculento acompañamiento se desdobla en azúcar y además de que puede causar cierto grado de adicción e incluso dificultad para bajar de peso.
Los beneficios de dejar de comer pan a diario o en exceso
Y pese a que es rico, como todo, no debe comerse en exceso, y evitarlo o reducir su consumo podría traerte grandes beneficios.
Algunos de los beneficios más obvios son que tu nivel de glucosa en sangre, así como tu peso bajarán bastante, además, es probable que esto mejore la sensación de inflamación o pesadez que podrías sentir.
Tendrás mejores niveles de triglicéridos y eso hará que no tengas factores de riesgo para problemas cardiacos, cardiovasculares o en el hígado.
Así mismo, se ha descubierto que el pan coadyuva a que las personas sufran de estreñimiento y a la colitis, por lo que reducir o evitar su consumo podría ayudarte a tener una mejor digestión. Incluso, se ha relacionado a las harinas con el aumento del síndrome premenstrual y la hiperactividad, (porque como se desdoble en azúcares y es lo que se busca cuando se siente cansado provoca falsos “subidones” de glucosa en sangre repentinos).
¿Cómo podemos suplir las harinas o panes?
No obstante, si para ti dejar las harinas es imposible puedes buscar alternativas que inflamen menos y que no posean gluten como el arroz, la avena o las harinas veganas de nueces y almendra o garbanzo para suplir lo que solíamos cocinar con harina de trigo o maíz, sin dejar de comer rico, pero más saludable.
Finalmente, es importante que recordemos que si queremos hacer cambios repentinos a nuestra dieta deberemos recurrir al plato del buen comer y a un especialista que nos dé una alimentación adecuada para nuestro estilo de vida, talla, peso y edad.
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