Una experiencia viva de charrería en Guadalajara
Los lienzos charros son una tradición jalisciense arraigada en las familias que además de ser un deporte, es un patrimonio y parte de la cultura viva.
Conjunto de destrezas, habilidades ecuestres y vaqueras propias de un buen mexicano, hablamos de la charrería, y para conocer más de ello, vinimos a uno de los pocos espacios de la Perla Tapatía que ofrecen una oportunidad para ello.
La charrería un deporte y estilo de vida jalisciense
“Jesús platícanos de la charrería, claro que si la charrería tiene sus orígenes en el en el campo, en el trabajo arduo, en las haciendas antes tenían que juntar todo el ganado y cerrarlo era la parte más importante para definir qué era mío y todo aquello de esta manera se daña la susceptibilidades de los amigos los trabajos en conjunto y más en lo que son los herradero se hace tan festivo que deciden hacerlo una fiesta”, relató Jesús Mora, charro jalisciense.
Mencionan sus orígenes son en el Estado de Hidalgo, el deporte surge tras la Reforma Agraria de principios del siglo XX, cuando los antiguos terratenientes emigran a las ciudades principalmente de México y Guadalajara.
El lienzo charro es el escenario donde los charros realizan los eventos de charreadas y jaripeos. Un lienzo tiene dos áreas: un área delimitada que consiste en un carril de 12 metros de ancho por 60 metros de largo que conduce a un área circular de 40 metros de diámetro.
“El sombrero tal cual es un casco, en el de charrería usamos principalmente pelos de conejo, lana de borrego porque son más resistentes y el momento una caída así que hay de cara es tu pega primero si vas a caer de lado evita que el cuello haga látigo y te vayas a desnucado entonces te permite de una manera hacer muelle en cualquiera de estas áreas, el sombrero te da muchas áreas de protección, protegen también de los rayos del sol, de heridas del cráneo, no es solamente es un instintivo folclórico tiene su finalidad”, añadió Jesús Mora.
Las suertes charras son: cala de caballo, piales, colas en el lienzo, jineteo de toro, terna en el ruedo, jineteo de yegua, manganas a pie o a caballo y el paso de la muerte.
“Cuando hablamos de tradición ecuestre implica todas sus manifestaciones, los artesanos, la familia, la forma de vida de los que conformamos, esto es lo que conforman el tradicional deporte en la parte más importante que nos ha permitido mantener a lo largo de 100 años esto”, concluyó Mora.
Desde el 1 de diciembre del año 2016 la charrería es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ingresada en la lista representativa en la reunión del Comité Intergubernamental de la UNESCO.
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