Desde la década de 1930 se creía extinta la cucaracha carnívora y sin alas en Australia, sin embargo, un estudiante de biología de la Universidad de Sydney, Maxim Adams, encontró un ejemplar. Este redescubrimiento sucedió el mes de julio pasado cuando el joven exploraba una playa aislada acompañado de un científico. Fue entonces que al levantar una piedra localizó lo que nunca se imaginó.
El ejemplar de cucaracha carnívora se encontraba debajo de un árbol de higuera de Bengala, según declaraciones hechas al periódico escolar de la Universidad de Sydney, el joven no podía creer lo que había encontrado, pues además había dos ejemplares. “Encontramos familias de ellas, de hecho Maxim y Nathan estuvieron trabajando el resto de la semana para localizar más ejemplares en North Bay, sin embargo, no encontraron nada”, mencionó Nicholas Carlile, científico principal del Departamento de Planificación y Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur.
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Analizan el resurgimiento de la cucaracha carnívora en Australia
Tras este descubrimiento, los científicos decidieron llevar a cabo una serie de experimentos con el fin de estudiar el comportamiento, así como la genética del insecto para poder entender y analizar sus factores de supervivencia. “Han pasado más de 80 años desde que se le vió por última vez, es por ello que la supervivencia es una gran noticia. La isla Lord Howe es realmente un lugar espectacular, más antigua que las islas Galápagos y alberga 1.600 especies nativas de invertebrados, la mitad de los cuales no se pueden encontrar en ningún otro lado del mundo”, mencionó Atticus Fleming, presidente de la isla Lord Howe.
La cucaracha carnívora mide entre 22 y 40 mm de largo con un color rojo tintado y no tienen alas; aunque se creía que estos insectos estaban en troncos podridos, gracias a su redescubrimiento, se cree que son más una “cucaracha de roca”. En Australia existen alrededor de once especies de cucarachas que comen madera como las carnívoras, pues su alimentación está basada en troncos podridos de la selva tropical.
Las autoridades australianas han mencionado que estas cucarachas son importantes en la naturaleza, pues ayudan a mantener un ecosistema saludable, son recicladoras de nutrientes y fuente de alimento para otras especies, sobre todo para aquellas que viven en la isla.
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