En Guadalajara, un grupo de danza inclusiva muestra cómo el arte puede transformar vidas y abrir oportunidades para jóvenes con discapacidad. Con más de 20 años enseñando danza clásica, Isela ha impulsado el desarrollo artístico y personal de cientos de alumnos, promoviendo espacios donde todos puedan expresarse sin límites.

Con información de Priscila Trejo.

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