Antes de ser una serie, Mentiras ya era un fenómeno. Basado en el musical homónimo que rinde homenaje al pop femenino de los 80, este universo sonoro revive a través de canciones icónicas que marcan generaciones. Desde el despecho furioso de “Él me mintió” hasta la ternura explosiva de “Acaríciame”, la selección musical no es casual: cada tema es una pieza dramática que empuja la historia hacia adelante. Aquí te contamos cómo cada canción original resuena con fuerza propia dentro de la serie y por qué no puedes escucharlas sin sentir que algo se te mueve adentro.
¿Qué emociones despiertan estas canciones en la serie?
Cuando suena “Mentiras” de Daniela Romo, no solo es el tema insignia, es un grito contenido: la voz de una mujer que ya no se calla. Lupita D’Alessio, con su versión del mismo título, le da una intensidad visceral. “Aire” de Yuri es otro momento glorioso: pop puro que sirve de respiro antes de la tormenta. Y si escuchas “Castillos” de Amanda Miguel, sientes cómo se derrumba todo lo que parecía seguro. Son melodías que sangran verdad, aunque hablen de engaños.
¿Por qué estas voces femeninas siguen tan vigentes?
Porque ellas cantaban lo que muchas callaban. Amanda Miguel rasga el alma con “Él me mintió”, mientras Daniela Romo brilla con un abanico emocional que va desde lo tierno (“Pobre secretaria”) hasta lo pasional (“De mí enamórate”). María Conchita Alonso, con “Acaríciame”, ofrece el susurro sensual que rompe con lo solemne. No son solo canciones; son declaraciones.
¿Qué papel juegan los duetos y nuevas versiones?
En la serie, algunos temas resurgen con duetos inesperados, como “Me alimento de ti” con Romo y Mijares. La química vocal entre ambos inyecta calidez y nostalgia. Y “Prisma – De color de rosa” funciona como contrapunto emocional: es la inocencia perdida en una historia llena de verdades maquilladas.
Mentiras suena a muchas cosas: despecho, deseo, fuerza, risa. Pero sobre todo, suena a verdad emocional.
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