La espera terminó para decenas de familias en Nigeria. Este domingo, autoridades federales confirmaron la liberación del último grupo de estudiantes y docentes que permanecían privados de su libertad tras un secuestro masivo ocurrido en el estado de Níger.
El portavoz presidencial, Sunday Dare, informó que 130 personas fueron puestas a salvo, asegurando que ya no queda ninguna víctima en cautiverio. El mensaje fue acompañado por imágenes que mostraban a los menores sonrientes, un gesto que marcó el cierre de uno de los episodios más angustiantes del año para la región.
Aunque el gobierno evitó detallar el operativo que permitió su liberación, el anuncio generó alivio inmediato en un país golpeado por una violencia persistente contra centros educativos.
¿Cómo ocurrió el secuestro en la escuela St. Mary de Nigeria?
La crisis comenzó en noviembre, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en la Escuela Privada Católica St. Mary, llevándose por la fuerza a más de 300 alumnos y una docena de maestros. El ataque se dio durante horas escolares, lo que provocó pánico entre estudiantes y padres de familia.
Entre los secuestrados había niños y niñas desde los 10 años de edad. Organizaciones religiosas y civiles denunciaron desde el primer momento la falta de seguridad en escuelas ubicadas en zonas rurales, donde estos ataques se han vuelto recurrentes.
¿Cómo se logró la liberación de los estudiantes secuestrados?
La recuperación de las víctimas no ocurrió de forma inmediata. En las primeras 48 horas tras el ataque, algunos estudiantes lograron escapar por sus propios medios. Días después, fuerzas de seguridad confirmaron rescates parciales conforme avanzaban las negociaciones y operativos en la zona.
Finalmente, con la liberación anunciada este domingo, las autoridades aseguraron que todos los sobrevivientes regresaron con sus familias, aunque sin revelar si hubo pagos de rescate o acuerdos con los captores.
¿Por qué continúan los secuestros masivos en Nigeria?
Expertos y organismos internacionales coinciden en que Nigeria enfrenta una combinación de crisis de seguridad, pobreza y disputas territoriales que facilitan la operación de grupos armados. Estas bandas, conocidas localmente como “bandidos”, utilizan el secuestro como medio de financiamiento y presión política.
Las escuelas se han convertido en blancos frecuentes debido a su escasa protección, especialmente en comunidades alejadas de los grandes centros urbanos. En algunos casos, también se ha señalado la participación de grupos extremistas que operan en el norte del país.
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